- Lo siento Princesa Calma, pero fuerte es el deseo por la aventura, que anida en mi corazón. Debo marchar, pues quedarme aqui, por muy grata que fuera vuestra compañia, emponzoñaria mi concienia, pertubaria el equilibro de mi alma y no lograria alcanzar la felicidad plena, por lo que os haria sufrir. No podria perdonarmelo jamás.
Prosigues tu camino sin mirar atrás.
- Esperadme - grita a tus espaldas la dama -voy con vos, pues nadie habló a mi corazón con la sinceridad que habeis demostrado. Todo aquel con el que hable en mis años de cautiverio, trataba de engañarme para disfrutar de mi cuerpo. Quizás por eso el dragón se los desayunaba...
No se lo dices, pero es lo que estabas deseando: recorrer mundo con tan bella mujer acompañandote.
Las jornadas en el polvoriento camino, se hacen cortas en extremo, entre confidencias y miradas furtivas por encima del hombro. Recorreis los enigmáticos parajes del tigre blanco. Un misterioso bosque, en el que se dice, habitan tigres albinos devoradores de carne. Más de una vez la princesa se agarra a tu brazo, temerosa, a veces, sientes que no es el miedo la que la mueve a acercarse a ti, sino algo más, pero callas, pues temes que sea más una percepción erronea, que una agradable certeza.
El viaje a través del bosque transcurre sin incidencias, ni rastro de los felinos encontrais, de cualquier modo, suspirais aliviados, cuando la luz del sol, sin arboles que la detengan, inunda vuestros rostros rubicundos por el esfuerzo de la caminata.
Un pequeño valle se extiende ante vosotros, salpicado por pequeñas colinas. En una de ellas, se alza un parque de atracciones. A la princesa le parece una buena idea dirigiros hacia alli, para relajar la tensión de vuestros cuerpos.
A esas alturas, la percepción es certeza, y compartida. Las largas conversaciones a la luz de las fogatas de medianoche, el compartir camino ha hecho germinar la semilla del amor en vuestros corazones. Caminais cogidos del brazo hacia la entrada.
Un grotesco personaje, es el encargado de daros la bienvenida. Viste como un jefe de pista de un circo antiguo: sombrero de copa, chaqué rojo y pantalones blancos. Una inmensa sonrisa, deja al descubierto dos hileras de dientes blancos como la nieve.
- Jojo me llamo y del parque soy el amo. - se presenta con voz cantarina. - La bienvenida os doy, jóvenes enamorados.
Calma se ruboriza, pero crees percibir una leve sonrisa en su cabeza gacha.
- Entrad al parque - continúa - todo está a vuestra disposición. ¡Pasadlo bien!
Le dais las gracias y os adentráis por la avenida que forma las atracciones, solo animada por la música y las luces que proceden de las mismas, pues el recinto está desierto. Las miras con pasmo, ¡Todas representan hechos de tu vida!. Los coches de choque, son versiones de tu primer automóvil, un Renault 11 que lograste sacar del desguace, y con el que tuviste tu primer accidente, contra una farola. Las canastas de la noria llevan adheridas imágenes de tu último año de universidad; la borrachera de fin de curso, el salto de alegría cuando viste la ultima nota...
Durante horas, disfrutas de la sonrisa de tu amada Calma, divirtiéndose, hasta que sólo os quedan dos atracciones por probar. Jojo se os acerca y os informa de que pronto cerrará el parque. Sólo podréis subir en una.
Prosigues tu camino sin mirar atrás.
- Esperadme - grita a tus espaldas la dama -voy con vos, pues nadie habló a mi corazón con la sinceridad que habeis demostrado. Todo aquel con el que hable en mis años de cautiverio, trataba de engañarme para disfrutar de mi cuerpo. Quizás por eso el dragón se los desayunaba...
No se lo dices, pero es lo que estabas deseando: recorrer mundo con tan bella mujer acompañandote.
Las jornadas en el polvoriento camino, se hacen cortas en extremo, entre confidencias y miradas furtivas por encima del hombro. Recorreis los enigmáticos parajes del tigre blanco. Un misterioso bosque, en el que se dice, habitan tigres albinos devoradores de carne. Más de una vez la princesa se agarra a tu brazo, temerosa, a veces, sientes que no es el miedo la que la mueve a acercarse a ti, sino algo más, pero callas, pues temes que sea más una percepción erronea, que una agradable certeza.
El viaje a través del bosque transcurre sin incidencias, ni rastro de los felinos encontrais, de cualquier modo, suspirais aliviados, cuando la luz del sol, sin arboles que la detengan, inunda vuestros rostros rubicundos por el esfuerzo de la caminata.
Un pequeño valle se extiende ante vosotros, salpicado por pequeñas colinas. En una de ellas, se alza un parque de atracciones. A la princesa le parece una buena idea dirigiros hacia alli, para relajar la tensión de vuestros cuerpos.
A esas alturas, la percepción es certeza, y compartida. Las largas conversaciones a la luz de las fogatas de medianoche, el compartir camino ha hecho germinar la semilla del amor en vuestros corazones. Caminais cogidos del brazo hacia la entrada.
Un grotesco personaje, es el encargado de daros la bienvenida. Viste como un jefe de pista de un circo antiguo: sombrero de copa, chaqué rojo y pantalones blancos. Una inmensa sonrisa, deja al descubierto dos hileras de dientes blancos como la nieve.
- Jojo me llamo y del parque soy el amo. - se presenta con voz cantarina. - La bienvenida os doy, jóvenes enamorados.
Calma se ruboriza, pero crees percibir una leve sonrisa en su cabeza gacha.
- Entrad al parque - continúa - todo está a vuestra disposición. ¡Pasadlo bien!
Le dais las gracias y os adentráis por la avenida que forma las atracciones, solo animada por la música y las luces que proceden de las mismas, pues el recinto está desierto. Las miras con pasmo, ¡Todas representan hechos de tu vida!. Los coches de choque, son versiones de tu primer automóvil, un Renault 11 que lograste sacar del desguace, y con el que tuviste tu primer accidente, contra una farola. Las canastas de la noria llevan adheridas imágenes de tu último año de universidad; la borrachera de fin de curso, el salto de alegría cuando viste la ultima nota...
Durante horas, disfrutas de la sonrisa de tu amada Calma, divirtiéndose, hasta que sólo os quedan dos atracciones por probar. Jojo se os acerca y os informa de que pronto cerrará el parque. Sólo podréis subir en una.