Los marineros no se toman muy bien que un nuevo se meta con su capitán. Puede ser pendenciero, malhablado, mala persona e incluso un cabrón, pero es su cabrón y a ti te encontraron en la calle.
Tras un breve consejo de guerra en el cual se decide el desayuno del día siguiente, te sueltan en una barca en mitad del océano. Ves desaparecer en el horizonte la imponente nave, mientras las olas te bambolean de un lado a otro.
Sin agua potable, comida o un parasol, tu muerte es cierta. Ves algo en el agua. Es un balón de fútbol americano. Lo recoges y le das un nombre: el Señor Nilson.
Pasan los días y vuestra amistad crece hasta el punto de convertirse en tu representante sin cobrarte un sólo céntimo. Una noche, organiza una pelea de boxeo a catorce asaltos contra un tiburón blanco que ronda tu balsa.
El tiburón se alza con la victoria en el quinto asalto.
Tras un breve consejo de guerra en el cual se decide el desayuno del día siguiente, te sueltan en una barca en mitad del océano. Ves desaparecer en el horizonte la imponente nave, mientras las olas te bambolean de un lado a otro.
Sin agua potable, comida o un parasol, tu muerte es cierta. Ves algo en el agua. Es un balón de fútbol americano. Lo recoges y le das un nombre: el Señor Nilson.
Pasan los días y vuestra amistad crece hasta el punto de convertirse en tu representante sin cobrarte un sólo céntimo. Una noche, organiza una pelea de boxeo a catorce asaltos contra un tiburón blanco que ronda tu balsa.
El tiburón se alza con la victoria en el quinto asalto.