Un día completo

Las puertas de la mansión se abren con un chirrido estremecedor que hiela la sangre de tus venas y paraliza tu sistema nervioso, clavándote en la entrada del único lugar que puede servirte de refugio contra los lobos salvajes que te persiguen.

Un aullido salvaje a la luz de la luna que brilla mortecina en un cielo despejado, rompe el hechizo paralizador y te adentra de un salto al polvoriento hall. Las puertas vuelven a cerrarse movidas por el empuje de un ser invisible que eriza tu piel hasta el paroxismo nervioso. De pronto te parece una buena idea enfrentarte a los animales salvajes con tus manos desnudas, al menos es mejor que quedarse en esa habitación que huele a podrido y que desprende un hálito de maldad en cada mueble, en cada rincón, en cada mota de polvo que flota en el ambiente.

Vas tentando la pared en busca de un interruptor, pero es algo repugnantemente carnoso lo que tocan tus temblorosos dedos. Tu mano vuela veloz en busca del mechero que guardas en el bolsillo de la chaqueta. A duras penas logras girar la rueda, haciendo saltar la chispa que provoca la llama que ilumina tenuemente un rostro bulboso repleto de llagas y heridas supurantes, cuyos ojos te lanzan un mensaje claro: Voy a comerte...

Hace frío, pero bajo las gruesas sábanas de tu cama, lo único que sientes es una placentera sensación de calidez, efecto colateral de la pesadilla de la que acabas de despertar. Abres los ojos lentamente. La habitación está a oscuras. El sol de la mañana apenas se filtra por las rendijas de la persiana lo suficiente para destacar el poster de Sabrina que colgaste en la pared de enfrente quince años atrás.

Echas un vistazo al radio-despertador. Son las 7:50 ¿Cómo diantres se te ocurrió poner la alarma a tan intempestiva hora? No lo recuerdas. Debió ser algo que hiciste anoche pero no puedes recordarlo por más que lo intentas. ¿Con quién estuviste? ¿Dónde?

- Un momento - piensas aterrado mientras tu frente se perla de gotas de sudor frío - ¿No seré una mujer?

Tras comprobar que la equipación de golf está en su sitio y desterrar de tu mente tan descabellada idea, suspiras aliviado.

Aún es muy pronto para levantarse y puede que vuelvas a coger el sueño, pero por otra parte, a quien madruga dios le ayuda, como leíste en una pancarta en el partido del Madrid de hace unas semanas.




. Si decides permanecer en cama protegido por Morfeo, acurrúcate en su negro pecho del post 2.
 
. Si te levantas para cambiar el agua al canario y posteriormente volver a dormir la mona, ponte el batín y las zapatillas en el post 59
 
. Si estar en una cama solo no te llama la atención, levantate con el pie derecho en el post 3 y ¡¡¡cuidado con el ojo reptante!!!