Allí sentado, abatido por el último revés que te ha dado la vida, te preguntas cuando fue la última vez que fuisteis feliz. La respuesta llega al instante: cuando estudiabas en la universidad. No hace mucho de eso, quizás aún este El Brasas por allí. Teniendo en cuenta lo bien que se le daba el primer año, en el que os conocisteis, todavía andará por segundo de carrera.
Vas en su busca, animado por la perspectiva de una buena borrachera universitaria y quien sabe, igual te cruzas con alguna de magisterio y os enrolláis.
El campus está igual que cuando lo dejaste. Pocos cambios puede haber en aquella hilera de edificios mal alienados con apenas tres palmos de césped propio, donde los más vagos se tumban para dejar pasar ante sus narices la oportunidad de cultivar su intelecto.
Lo que si está cambiado es la facultad de informática. Te encuentras a apenas diez metros y no escuchas ni una sola canción de Manowar. Tampoco parece percibirse movimiento tras los ventanales. En el hall principal, las cosas no son distintas. Ningún alumno vaguea por allí en busca de una mujer sobre la que abalanzarse como buitres carroñeros.
Caminas por los silenciosos pasillos, por las aulas vacías, hasta llegar al bar. Inaudito, debe haber estallado una bomba de neutrones porque está vacío...
Te has topado con un misterio apasionante. ¿Donde se habrán metido todos? Tal vez deberías "investigar" aunque tu has ido allí a beber...
. Si de pequeño siempre soñaste con ser Miss Marple e investigar hechos misteriosos, coje el monóculo en el post 71 y que alguien te mire esa vena travesti.
. Si te vas a buscar otro bar, prueba suerte en el post 32
