Decides apartar la vista de la tentación. Miras por la ventana el paisaje deslizarse ante ti. Unas cuantas paradas más y habrás llegado a tu destino.
Los seres humanos, en su orgullo, no prestan atención a los pequeños seres que conviven con él, incordiandoles unas veces, ayudandoles en otras. Por eso, nadie se percata del vuelo de una extraña mosca por entre los viajeros. En tres ocasiones debe hacer un cambio brusco en su trayectoria, para evitar ser aplastada de manos de un periódico gratuito o la mano temblorosa de un anciano.
Tras mucho buscar, encuentra una fuente de alimento digna de ella: el pandero de la morena, por el que hasta hace poco babeabas. Se posa ligeramente sobre la fina tela del vaquero que lo recubre. Saca su trompa y comienza a tantear en busca de un hueco. Cuando por fin lo encuentra, introduce rápidamente su aguijón.
La chica se desvanece al instante. Eres lo suficientemente rápido como para cojerla antes de que caiga al suelo. Gritas pidiendo una ambulancia. El conductor, alarmado, detiene el autobús a un lado de la carretera. Un pasajero consigue llamar al hospital.
Veinte minutos después, llega la ambulancia. Diagnóstico: picadura de mosca Tse-Tse.
- Quien fuera mosca - piensas mientras el autobús arranca de nuevo.
Lo que ha pasado te ha hecho perder un tiempo precioso. Cuando cruzas las puertas del edificio central de Industrias Lassiter, la recepcionista te informa de que no te molestes en coger el ascensor. La entrevista ha sido cancelada por falta de asistencia.
Sentado en un parque, contemplas como los ciudadanos de bien se dirigen a sus trabajos, mientras tu permaneces mas parado que el chapista de Doraemon. Para colmo empieza a hacer frío. Metes tus manos en los bolsillos de la chaqueta, y en uno de ellos encuentras un acuse de recibo de un paquete a nombre de tu madre. Es hora de moverse.
¿Qué haces ahora?
. Si te vas a recoger el paquete de tu madre, ve al post 23
. Si te vas a la facultad a olvidar las penas, ve al post 24
Los seres humanos, en su orgullo, no prestan atención a los pequeños seres que conviven con él, incordiandoles unas veces, ayudandoles en otras. Por eso, nadie se percata del vuelo de una extraña mosca por entre los viajeros. En tres ocasiones debe hacer un cambio brusco en su trayectoria, para evitar ser aplastada de manos de un periódico gratuito o la mano temblorosa de un anciano.
Tras mucho buscar, encuentra una fuente de alimento digna de ella: el pandero de la morena, por el que hasta hace poco babeabas. Se posa ligeramente sobre la fina tela del vaquero que lo recubre. Saca su trompa y comienza a tantear en busca de un hueco. Cuando por fin lo encuentra, introduce rápidamente su aguijón.
La chica se desvanece al instante. Eres lo suficientemente rápido como para cojerla antes de que caiga al suelo. Gritas pidiendo una ambulancia. El conductor, alarmado, detiene el autobús a un lado de la carretera. Un pasajero consigue llamar al hospital.
Veinte minutos después, llega la ambulancia. Diagnóstico: picadura de mosca Tse-Tse.
- Quien fuera mosca - piensas mientras el autobús arranca de nuevo.
Lo que ha pasado te ha hecho perder un tiempo precioso. Cuando cruzas las puertas del edificio central de Industrias Lassiter, la recepcionista te informa de que no te molestes en coger el ascensor. La entrevista ha sido cancelada por falta de asistencia.
Sentado en un parque, contemplas como los ciudadanos de bien se dirigen a sus trabajos, mientras tu permaneces mas parado que el chapista de Doraemon. Para colmo empieza a hacer frío. Metes tus manos en los bolsillos de la chaqueta, y en uno de ellos encuentras un acuse de recibo de un paquete a nombre de tu madre. Es hora de moverse.
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