72

Si el día es malo, la noche seguro que no. Ese es tu lema y decides ponerlo en práctica. Te vistes con tu mejores ropas y te diriges a la discoteca Deluxe, la que está de moda en esos momentos.

La música retumba entre los cuerpos prietos de personas de todo tipo, muchas de ellas, chicas huérfanas de un cariño que tú estás dispuesto a ofrecerles desinteresadamente. Te acercas a una rubia que intenta seguir el ritmo de la canción con un cubata en la mano.

- ¿follamos? - le gritas a la oreja, para hacerte oír por encima del ruido ambiental.

- Vale.

- ¿En serio? - preguntas incrédulo.

Por toda respuesta, la chica te arrea una bofetada .

- Ya decía yo....

Te alejas de allí lamiéndote las heridas. Pides un whiskie y te lo bebes de un trago. Va a ser una noche larga.

Seis horas más tarde, el número de bofetadas que ha soportado tu cara es obscenamente elevado, al menos los veinte copazos han hecho que tu moral se mantenga intacta. Decides probar con una última chica, antes de que cierren el local.

Eliges tu objetivo al azar: Una morena con abundantes mechas blancas de aspecto... lo ves todo borroso, pero no importa, mientras todo lo que tenga que tener.

- ¿Follamos? - preguntas por enésima vez.

- Vale - responde.

- ¿En serio? - preguntas mientras no puedes evitar encogerte, anticipándote al golpe.

- Sí, claro. Vamos a mi casa, yo te llevo.

Te reincorporas de golpe. Pagas la consumición de la chica y os metéis en el coche, en el que os dirigís a un pequeño loft en el centro. Durante horas os dedicais a daros placer en todas las posturas imaginables, hasta que caéis rendidos y os dormís.

Al despertarte, no está junto a ti, entra en la habitación cubriéndose con un batín fucsia.

- ¿Qué hay para desayunar cariño? - preguntas.

Una malévola sonrisa surca su rostro.

- Salchicha....