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No te ves capaz de negarle nada a NombreRegistrado, así que aprovechando que te excusas para ir al baño, saltas por el ventanuco del mismo y corres lejos del lugar.

Una fuerte detonación sacude el suelo. De las ruinas del banco, surge una nube en forma de hongo. Va a resultar que el hombre de las pajas no iba de farol. Te detienes en la calle, no tiene sentido correr, en un instante la onda expansiva te alcanzara y aplastará tus huesos como si fueran de cristal. La conciencia te reconcome, deberías haber hecho algo, como haber robado un coche.

Sientes el calor de la detonación acercándose. A centenares de metros sobre ti, gay volador es un privilegiado espectador del armaggedon local que ha desatado el villano de ridículo nombre.
Con su superinteligencia, calcula que al único que tiene probabilidades de salvar es a ti.
A la velocidad de la luz, se lanza en picado sobre la calle, te agarra por los hombres y te eleva a los cielos mientras un muro de fuego convierte en cenizas cualquier vestigio de civilización.

Desde el aire puedes ver el inmenso cráter humeante en el centro de la ciudad.

Tras alejaros de la zona cero lo suficiente para que no te afecte la radiación, te deposita sobre una cabina de teléfono.

- Gracias - mascullas con esfuerzo mientras tratas de bajar de allí; pero Gay volador te detiene.

- Son 3.500 euros - te informa con voz glacial.

¡El tipo pretende cobrarte! Por desgracia no llevas esa cantidad encima. Insiste en acompañarte a un banco, hasta que finalmente le confiesas que no tienes un céntimo. Para pagar la deuda, te ves obligado a trabajar de mayordomo en su fortaleza de la soledad, en la que convive con un cerdo llamado Murray.

Justo cuando te toca limpiar su cama, te despiertas con un grito ahogado que es escuchado por tu madre.

- ¿Ya estás despierto eh? Venga, a limpiar la casa.