25

Aprovechando que el cartero se ha dirigido al almacén para engrasar su AK-47, te acercas a la madre. Su nombre es Sara y pocos minutos después, ya habéis planeado el modo de huir con las mayores posibilidades de seguir vivos.

El plan básicamente consiste en salir por la puerta principal y correr como Ben Johnson tras una noche en el Skorpia. Os acercáis a la entrada. Fuera podéis ver a un grupo de Holnistas parapetados tras una barricada formada por contenedores y coches ardiendo.

A la de tres abrís las puertas y corréis a toda velocidad lejos de allí, esquivando las balas y a algún holnista que salta de pronto tras un buzón de correos.

No paráis de correr hasta que no llegáis al colegio. En el patio esperan los niños de Sara: Andrea y Juan. El pequeño ve a su madre corriendo angustiada hacia él, perseguida por un hombre con muy malas pintas y ¡parece que malas intenciones!.

Pero Juan mantiene la cabeza fría. Saca de la mochila su tirachinas de resina y lo arma con el chino más gordo de su colección. Apunta con cuidado a tu cabeza, pero no se precipita. Espera a que estés a tiro. Sólo un poco más, un poco más...

La piedra sale disparada a tal velocidad que ni sabes que va dirigida a ti hasta que no impacta en tu cabeza. Mueres intoxicado, era una piedra de hachis.