Mientras atraviesa las calles a toda velocidad, el taxista decide soltarte su rollo.
- ¿Alguna vez se ha preguntado por qué el pollo sabe a pollo y no a lechuga?
Vas a contestar, pero es evidente de que se trataba de una pregunta retórica, pues continua hablando.
- Todo esto que ve, no es real. Es un mundo artificial creado con la doble finalidad de servir de despensa y hacernos dóciles y controlables.
Esa película ya la has visto.
- ¿Quiere decir que nos dominan las máquinas?
El chino gira la cabeza como si hubieras dicho una estupidez.
- ¿Las máquinas? ¿Sabe la de veces que se me cuelga windows? ¿Cómo van a ser capaces de idear algo así? No, los que están detrás de todo el tinglado son marcianos de una galaxia próxima a la nuestra. Su planeta padece una alarmante crisis alimentaria, por eso nos tratan como si fuéramos chorizos.
- ¿Y por qué han construido este... mundo virtual?
- Para que no nos rebelemos. Su tecnología era similar a la nuestra y su numero es menor. Pero tu... he visto en tus ojos un brillo especial. Tú puedes salvar la galaxia.
- ¿Y como voy a hacer eso? - tratas de averiguar.
- Te voy a llevar a un lugar desde el cual podrás luchar contra ellos.
¿Una base militar? ¿Un complejo de misiles? No, el taxista se detiene frente a unos recreativos, y a rastras te lleva hasta una máquina del Space Invaders.
- Ahí los tienes - vocifera frenético. - ¡Acaba con ellos antes de que nos coman!
De todos los taxis de todas las calles de toda la ciudad, has tenido que ir a coger el de un chiflado. Al menos te invita a helado.