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- Chúpate esa Hugo - celebra tu amigo. - Ven Aurelio, te voy a enseñar dónde trabajo.

Te lleva a una pequeña sala de control repleta de monitores. Gastón se acerca a un teclado y tras pulsar una tecla, la pared de enfrente se levanta dejando al descubierto una sección de una especie de donut metálico.

- Es el Heliotrón - te comenta- En él tienen lugar millones de colisiones entre distintas partículas atómicas, que generan suficiente energía para alumbrar el continente durante media hora.
Miras aterrado el aparato. Tu amigo percibe tu inquietud.

- No temas. No va a explotar. El cristal es capaz de resistir 200 toneladas de presión.

- ¿Y cuanta puede generar una hipotética explosión del aparato?

- Alrededor de 199,99. Pero no te preocupes, ya te he dicho que no va a explotar...

No termina la frase, cuando un gran fulgor os ciega por unos instantes. Donde estaba el cristal, se abre ahora un vórtice interdimensional a través del cual puedes ver un mundo donde los demonios han esclavizado a la raza humana.

Del vórtice salen dos tentáculos directos a tu garganta, pero antes de que la alcancen, un científico barbudo los detiene con un golpe de la palanca que lleva en la mano. Gastón no parece sorprendido por todo lo que está aconteciendo.

- Hola Gordon. Al trabajo ¿no?

El barbudo afirma con la cabeza y se zambulle en el interior del vórtice. Hecho lo cual, este se cierra.

- ¿Esto suele pasar muy a menudo? - preguntas en vista de que Gastón permanece inmutable.

- Oh, todos los días.

Al salir a la calle, un hombre vestido de negro se te acerca. Pregunta si te interesa un seguro de vida. Tras los hechos vividos, te lo piensas, pero terminas rechazando el ofrecimiento y continúas tu camino a casa. El hombre de negro te sigue con la mirada y sonríe...